1937: ofensiva sobre Bizkaia
En 2006 la Comisión Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó por unanimidad la primera gran condena internacional del régimen franquista. La decisión fue tomada en base al informe técnico elaborado por el historiador Paul Preston. Este informe constituye una radiografía de la crueldad del aparato de represión franquista desde 1939 a 1975.
En Euskadi, las atrocidades fueron innumerables desde los primeros momentos de la Guerra Civil. El 22 de julio de 1936 se bombardea por primera vez una población civil vasca, Otxandio. La Aviazione Legionaria Italiana provocaría cientos de muertos, abriéndose a partir de ahora un amplio listado de poblaciones vascas que sufrirían el mismo trato de los fascistas.
El golpe de Estado de los generales fascistas del ejército español asumiría estrategias militares anunciadas por Adollf Hitler. Era básico y fundamental aterrorizar a la población, por esta razón, en cuanto comienza la ofensiva del director del Alzamiento, Emilio Mora, sobre Bizkaia, en marzo de 1937, las calles de Bilbao y otras poblaciones amanecieron repletas de octavillas amenazantes: “ He decidido terminar rápidamente la guerra en el norte. Si la rendición no es inmediata arrasaré Vizcaya hasta sus cimientos comenzando por sus industrias de guerra. Dispongo de medios para hacerlo. General Mola.”
Rápidamente la amenaza se hizo realidad con bombardeos sobre Elorrio, Elgeta,Bilbao,Durango,Gernika…..
A las 7.20 h. de la mañana del 31 de marzo de 1937, los bombarderos y cazas aparecieron sobre Durango. Mientras las bombas atravesaban todo tipo de edificaciones, incluidas las iglesias con sus feligreses, los cazas ametrallaban a la población que intentaba escapar de aquella locura.
La cruzada franquista no hizo ascos a su cacería religiosa, tal como nos indica el corresponsal de “ The Times”, George L. Steer: “ El 31 de marzo no significó el fin de su cacería religiosa. El 2 de abril sus ametralladoras consiguieron dos nuevos blancos en las Hermanas de la Caridad que asistían a los heridos en el hospital de Durango….”.
Destrucción y muerte repartidos por los fascistas españoles, italianos y alemanes, estos últimos con un fuhrer que alcanzó la Cancillería alemana con las bendiciones del cardenal Eugenio Pacelli, es decir, el Papa Pío XII.
Igual que sucedió tras el bombardeo de Gernika, el 26 de abril de 1937, los golpistas culpabilizaron de la destrucción de Durango a los rojos separatistas. Cuando se difunden las noticias del bombardeo de Gernika en la prensa internacional, cuando el lehendakari José Antonio Aguirre proclamó: “Ante Dios y ante la Historia que a todos nos ha de juzgar, afirmo que durante tres horas y media los aviones alemanes bombardearon con saña desconocidala población indefensa de la histórica villa de Gernika, reduciéndola a cenizas, persiguiendo con el fuego de ametralladoras……..”.
Franco contestó:” Aguirre miente. Nosotros hemos respetado Gernika, como respetamos todo lo español”.
La estrategia hitleriana de hundir la moral del ejército adversario atacando cruelmente a la población civil tiene sus ejemplos más emblemáticos en Durango y en Gernika.
Hasta el 2006 no se tuvo la primera gran condena internacional del régimen franquista, y hasta 1989 no se obtuvo el reconocimiento de la implicación alemana en el bombardeo de Gernika, cuando el presidente Herzog envió una carta a los supervivientes en la que admitía la implicación de Alemania en el ataque aéreo de 1937.
Esta rapidísima rememoración histórica, debiera servir para mantener viva la memoria colectiva de nuestro país y evitar hechos semejantes en el futuro. Recordemos la afirmación de la Asamblea del Consejo de Europa: “ El conocimiento de la historia es una de las condiciones previas para evitar repetir los errores del pasado. Además, la formación moral y la condena de los crímenes cometidos juegan un rol importante en la educación de las jóvenes generaciones”.
Todos los esfuerzos son pocos en la elaboración de políticas conciliadoras entre los pueblos y en la realización de programas formativos heterogéneos y valientes desde los centros escolares, museos….instituciones culturales en general, que ayuden a nuestros jóvenes a interiorizar valores positivos con los cuales construir sociedades justas, en paz, y libres de todo rencor. Buen ejemplo de lo mencionado es el actual hermanamiento entre la villa de Gernika-Lumo con la ciudad alemana de Pforzheim; no olvidándose la Historia, el camino de la reconciliación está abierto.
Marisa Guerenabarrena Loroño.